Reflujo Gastroesofágico

Muchas personas han sufrido o hemos sufrido alguna vez en la vida acidez o un ataque ácido; pero cuando esa sensación de ardor en la parte superior del estómago y cerca del corazón se experimenta continuamente, de 3 a 4 veces por semana hasta llegar a una incomodidad diaria; es entonces cuando hablamos de RGE; donde el ácido del estómago sube hasta el esófago. El RGE constituye un frecuente problema de salud en la que los síntomas principales son la pirosis (ardor) y la regurgitación. La mayoría de personas presentan síntomas poco frecuentes y de intensidad leve. Así, aproximadamente el 70% de las personas explican que los síntomas aparecen como mucho 2 días por semana y en más del 75% de los casos la intensidad de estos síntomas la definen como leve, sin llegar a interferir de forma relevante en su vida cotidiana

¿Pero qué es lo que provoca este RGE?

La comida una vez ya está en nuestro tracto digestivo debe pasar por el esfínter esofágico, justo el que comunica con la boca del estómago, y este paso debe ser siempre unidireccional; desafortunadamente en ocasiones este esfínter no queda bien cerrado o se abre erróneamente causando que comida y ácidos propios del estómago lleguen al esófago y a la boca. Este proceso antinatural irrita y daña las paredes del esófago ya que la comida que viene del estómago está mezclada con jugos gástricos altamente ácidos que queman las mucosas del esófago.

Factores que lo provocan:

  • Hacer comidas copiosas.
  • Comer alimentos que irritan el estómago como los picantes y el alcohol.
  • Exceso de grasa abdominal (obesidad).
  • Comer alimentos ácidos de forma excesiva.
  • Seguir una alimentación muy rica en grasas. Fumar: el cigarrillo puede debilitar la válvula esofágica.
  • Medicación: cierta medicación como los antiinflamatorios no-esteroideos puede como el ibuprofeno o el naproxeno, algunos antibióticos, antihipertensivos, broncodilatadores.
  • Estrés.
  • La menta: ya que el mentol provoca un relajamiento de la válvula gastroesofágica.
  • Estreñimiento.
  • Embarazo.
  • Incompetencia del esfínter esofágico inferior.
  • Cirugía del esófago

Entonces vemos que son varias las razones que pueden generar esta molestia, algunas son anatómicas y otras funcionales. Pero cuando el reflujo se vuelve patológico, se puede producir esofagitis (inflamación del esófago) o complicaciones como faringitis, laringitis, tos que despierta a los pacientes durante la noche, microaspiraciones que generan neumonías a repetición, e irritación de las cuerdas vocales.

Síntomas:

  • Pirosis: Es el principal síntoma, el cual produce una sensación de dolor y/o ardor en el área retro esternal y epigástrica. Normalmente aparece después de las comidas, sobre todo si se han consumido alimentos grasos o irritantes, como los cítricos, el café, el alcohol, entre otros; y que puede aparecer mientras la persona está acostada.
  • Ardor de estómago: Ese ardor epigástrico que aparece cuando los jugos gástricos del estómago ascienden hacia el esófago.
  • Tos seca o jadeos: Que generalmente se presentan durante la noche. (Estos síntomas son parecidos a los que sufren las personas asmáticas).
  • Ronquera
  • Dificultad para pasar alimentos
  • Dolor de pecho

¿Cómo podemos evitarlo?

Alimentación vegetal:

Los alimentos de origen vegetal están cargados de micronutrientes, fibra y enzimas activos que crean un efecto alcalinizante dentro de nuestro cuerpo. Los vegetales son más fáciles de digerir que los productos de origen animal así que el estómago no necesita trabajar tanto ni producir tantos jugos gástricos ácidos para digerir el alimento.

Evitar el consumo de productos animales:

La leche, la carne, el pescado o los huevos no solamente requieren de mayor tiempo de digestión y liberación de más cantidad de jugo gástrico sino que, además, crean un ambiente ácido en el organismo una vez se han metabolizado, una condición que propicia la aparición de reflujo.

Control de peso:

Rebajar la grasa abdominal reducirá la presión en el esfínter esofágico y no causará su apertura

NO comer hasta llenarnos:

Comer despacio y masticar mucho más las comidas. Recordemos que el estómago no tiene dientes, y dejar de comer cuando empecemos a sentirnos lleno. Las comidas copiosas distienden el estómago y esto puede provocar reflujo.

Descansar:

Esperar 1 hora después de comer antes de: estirarse, saltar, etc. Esto evitará que los jugos gástricos vayan contra la gravedad y suban hacia el esófago.

Dormir:

Dormir con la parte superior del cuerpo ligeramente más elevada. Si sentimos reflujo durante la noche dormir con cojines en la espalda u otro método para que la cabeza y pecho queden más arriba que el estómago. También otra opción es al momento de preferencia hacerlo sobre el lado izquierdo, así el estómago “cuelga hacia abajo” y los líquidos se acumulan a lo largo de la curvatura mayor, lejos del esfínter esofágico inferior. Los líquidos, por tanto, permanecen más lejos del esófago.

¡Espero que esta información sea de utilidad para ti y tu familia!