Manchas en la piel


La pigmentación constitutiva de la piel está programada genéticamente para cada persona: la cantidad y la calidad de la melanina producida determinan el gran espectro de colores y las tonalidades que se observan en la piel humana. El color oscuro de la mancha es debido al pigmento natural (melanina) que se produce en la piel en unas células llamadas melanocitos y posteriormente se transfiere a las células cutáneas. La pigmentación puede aumentar debido a un crecimiento en la cantidad de melanina o del número de melanocitos. La pigmentación excesiva puede localizarse en la epidermis, en la dermis o en mixtas.

Tipos



Existen una serie de desórdenes pigmentarios que llevan a la piel a tomar tonalidades diversas de manera localizada; dentro de este grupo de pigmentación irregular, está la hiperpigmentación. Ésta, se trata de una alteración del color de la piel, de carácter benigno, generalmente debido a un aumento en la deposición de melanina en la epidermis y/o dermis, y que se caracteriza por la aparición de manchas oscuras, también llamadas hipercromías.

La melanogénesis es regulada principalmente por la luz ultravioleta (UV), estímulos hormonales y factores genéticos. Y debemos tener en cuenta en qué circunstancias estimulamos la hormona melanocito estimulante (MSH) y sus consecuencias de hiperpigmentación.

Algunos de los factores que pueden contribuir a su aparición son:

  • Congénitos.
  • Edad
  • Exposición excesiva al sol: (radiación ultravioleta de la luz solar produce cambios cutáneos que son más pronunciados en las zonas corporales más expuestas como son: el rostro, los brazos y las manos, el cuello, y la parte superior de la espalda).
  • Hormonales: (embarazo, anticonceptivos, problemas de tiroides).
  • Sensibilización: (uso de perfumes, sustancias químicas).
  • Ingesta de medicamentos fotosensibilizantes: (como los anticonceptivos orales, antidepresivos, antihistamínicos, antisépticos, benzodiacepinas, laxantes o diuréticos que pueden originar reacciones fotoalérgicas).
  • Procesos post-inflamatorios: (secuelas de acné, eczemas, herpes).

En esta ocasión, nos enfocaremos principalmente en 2 tipos de manchas hipercromáticas más frecuentes: Melasma y lentigo solar y sus tipos de tratamientos. 




¿Cómo prevenir las manchas?

  1. Cuidando nuestra piel con exfoliaciones para evitar la acumulación de células muertas.
  2. Tratamientos hidratantes para dar elasticidad a la piel y evitar descamaciones que pueden contribuir a la aparición de diferentes tipos de lesiones.
  3. Lo más importante es proteger nuestra piel con cremas que contengan factor de protección solar. Muchas veces se utilizan solo en verano y es un error, ya que la radiación solar también llega a nuestra piel en invierno. 

Tratamiento

Como ya hemos mencionado, tanto el melasma como el lentigo solar, al tratarse de hipercromías, se caracterizan por el oscurecimiento de una zona de la piel.

Los tratamientos despigmentantes que suelen utilizarse intentan reducir o paliar las lesiones pero es importante conocer que hay una importante tendencia a las recidivas (que vuelvan aparecer). Por ello, suelen ser tratamientos a largo plazo; es necesario una comprensión de los riesgos y beneficios de las diversas opciones terapéuticas para seleccionar el tratamiento óptimo y adecuado; y tener presente que antes de proceder a la eliminación de la pigmentación se aplican tratamientos tópicos a base de medicamentos que estabilizan e inhiben la producción de melanina, así como filtros solares de alta intensidad y después del procedimiento se continuará con los mismos.

Para conseguir un cutis luminoso y evitar que las manchas oscuras aparezcan, es importante adoptar una rutina diaria de cuidado:       





Por último es recomendable realizar una evaluación por dermatología para conocer el origen de las hiperpigmentaciones (manchas)para realizar un diagnóstico preciso y dar un tratamiento adecuado para el tipo de mancha.


¡Protege tu piel de los factores de riesgo y adiós a las manchas!