Hipertensión arterial secundaria

Hipertensión arterial: que no sientas nada no significa que no te dañe. La hipertensión arterial es una síndrome muy frecuente; aproximadamente el 40% de la población con edad comprendida entre 35 y 64 años padece hipertensión, aumentando casi al 70% en mayores de 65 años. Unos de los principales problemas de este síndrome es que inicialmente no da síntomas, lo cual no significa que no esté causando un daño. Además, en muchos casos se desconoce el riesgo que la HTA representa para la propia salud

Como mencionamos en un articulo anterior la hipertensión arterial (HTA) es el aumento de la presión que la sangre ejerce sobre la pared de las arterias; se miden 2 presiones: la sistólica y la diastólica, considerándose que por encima de 140/90 ya se puede hablar de hipertensión, siempre que esta elevación sea persistente en el tiempo. Casi el 95% de los casos de hipertensión tiene un origen desconocido, y se conoce como HTA idiopática o esencial.

El 5% restante de los pacientes con presión arterial alta sufren de lo que se denomina hipertensión secundaria: cuando el origen de la HTA es conocido

Esto significa que la presión arterial alta es causada por otra enfermedad o afección; y muchos de estos casos de HTA secundaria son ocasionados más frecuentes por trastornos renales. Los siguientes son otros factores que pueden causar hipertensión secundaria:

  • Reacciones a medicamentos recetados para otros problemas médicos.
  • Embarazo

La hipertensión secundaria (presión arterial alta secundaria) es la presión arterial alta provocada por otra enfermedad. La hipertensión secundaria puede ser causada por enfermedades que afectan los riñones, las arterias, el corazón o el sistema endocrino. La hipertensión secundaria puede también aparecer durante el embarazo. La hipertensión secundaria difiere del tipo habitual de presión arterial alta (hipertensión primaria o hipertensión esencial), que a menudo se conoce simplemente como presión arterial alta. Recordemos: La hipertensión primaria no tiene una causa clara, y se piensa que esté vinculada a la genética, mala dieta, falta de ejercicio, y obesidad.

Al igual que la hipertensión primaria, la hipertensión secundaria generalmente no tiene signos ni síntomas específicos, incluso si la presión arterial ha alcanzado niveles peligrosamente altos.

Si algún paciente le han diagnosticado presión arterial alta y tiene alguno de estos signos, puede ser que la enfermedad sea hipertensión secundaria:

  • Presión arterial alta que no responde a los medicamentos para la presión arterial alta (hipertensión resistente).
  • Presión arterial muy alta: presión arterial sistólica por encima de los 180 mm Hg o presión arterial diastólica por encima de los 120 mm Hg.
  • Presión arterial alta que ya no responde al medicamento que previamente controlaba tu presión arterial.
  • Presión arterial alta de aparición repentina antes de los 30 años o después de los 55 años.
  • Ausencia de antecedentes familiares de presión arterial alta.
  • Ausencia de obesidad.

    La hipertensión secundaria (presión arterial alta secundaria) es la presión arterial alta provocada por otra enfermedad. La hipertensión secundaria puede ser causada por enfermedades que afectan los riñones, las arterias, el corazón o el sistema endocrino. La hipertensión secundaria puede también aparecer durante el embarazo.

    Causas

    La hipertensión secundaria puede deberse a distintos trastornos. Diferentes enfermedades renales pueden causar hipertensión arterial secundaria, incluidas las más frecuentes:

  • Complicaciones vinculadas con la diabetes (nefropatía diabética): La diabetes puede dañar el sistema de filtración de los riñones, lo que puede conducir a presión arterial alta.
  • Síndrome de Cushing: En esta afección, los medicamentos corticoesteroides pueden causar hipertensión secundaria, o la hipertensión puede ser causada por un tumor hipofisario u otros factores que hacen que las glándulas suprarrenales produzcan demasiada hormona cortisol.
  • Enfermedad renal poliquística: En esta afección hereditaria, los quistes en los riñones impiden que estos funcionen de forma normal y pueden elevar la presión arterial.
  • Enfermedad glomerular: Los riñones filtran los residuos y el sodio con filtros microscópicos denominados «glomérulos» que a veces pueden hincharse. Si los glomérulos hinchados no pueden funcionar normalmente, es posible que desarrolles presión arterial alta.
  • Problemas de tiroides: Cuando la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea (hipotiroidismo) o produce demasiada hormona tiroidea (hipertiroidismo) puede producirse presión arterial alta.
  • Apnea del sueño: En este trastorno, marcado a menudo por un ronquido intenso, la respiración se detiene y se inicia repetidamente durante el sueño, lo que hace que no se reciba suficiente oxígeno.
  • Obesidad: Cuando se aumenta de peso, se incrementa la cantidad de sangre que circula por el cuerpo. Esto ejerce presión adicional en las paredes de las arterias y aumenta la presión arterial.
  • El mayor factor de riesgo de la hipertensión secundaria es una afección que puede causar presión arterial alta, como problemas renales, arteriales, cardíacos o del sistema endocrino.

    En el caso de sospecha de este tipo de hipertensión secundaria lo ideal y más recomendable sería visitar al médico para una evaluación y manejo completa; y evitar complicaciones a futuro. El tratamiento adecuado de la hipertensión secundaria a menudo puede controlar tanto la enfermedad preexistente como la presión arterial alta, lo que reduce el riesgo de complicaciones graves. La mortalidad que puede alcanzar una HTA severa no tratada es del 100% en un plazo de 5 años, estimándose que la mitad de los casos será por infarto de miocardio, y la otra mitad corresponde a derrame cerebral, fallo renal y/o aneurismas (rotura brusca de la aorta).

    ¡Espero que esta información sea de utilidad para ti y tu familia!