¿Existen diferentes tipos de insomnio?

Clasificación del insomnio

Hemos dicho que el insomnio puede consistir en problemas para conciliar el sueño al acostarse, despertares durante la noche, con dificultad para volver a dormirse, o despertar precoz por la mañana muy temprano. Estas condiciones, que pueden combinarse entre sí, se denominan “insomnio de inicio”, “de mantenimiento” y “de última hora”. En otros casos, la persona puede no despertarse pero siente que su sueño es de muy baja calidad o no reparador y se levanta por la mañana como si no hubiera descansado.

Cualquiera puede tener una mala noche de sueño, pero eso no nos convierte en insomnes. La existencia o no de insomnio se determina por la gravedad, duración y frecuencia del problema de sueño. Habitualmente se exige que el tiempo que la persona tarda en dormirse sea superior a 30 minutos, la duración de los despertares nocturnos supere también 30 minutos. 

Existen diferentes tipos de insomnio dependiendo de la fase y duración del sueño en la que aparecen, los cuales son:






¿Cómo se diagnostica el insomnio?

Ante un paciente que refiere sufrir problemas de insomnio, lo primero que se debe hacer es una evaluación del patrón del sueño, la historia clínica, los antecedentes familiares, ciertos consumos (alcohol, tabaco y otro tipo), el uso de medicamentos, el nivel de estrés, el tipo de ambiente del afectado, los hábitos antes de dormir y la actividad física, entre otros, son aspectos que se deberán valorar.

Según su duración, el insomnio se puede clasificar en agudo o crónico:

Insomnio agudo o de corta duración: la alteración del sueño dura entre unos días y algunas semanas (no más de 3 semanas).

Insomnio crónico o de larga duración: los problemas del sueño aparecen tres o más veces por semana durante un mínimo de tres meses.

¿Cómo se trata el insomnio crónico?

Aunque un paciente lleva muchos años padeciendo insomnio; aún puede aprender a dormir mejor. El tratamiento más eficaz y eficiente según las principales guías clínicas de Práctica Basada en la Evidencia y las recomendaciones de la American Academy of Sleep Medicine, es la terapia cognitivo-conductual para el insomnio. La terapia cognitivo-conductual del insomnio actúa en los factores que hemos comentado que mantienen el problema comenzando por reglas de higiene del sueño (de la cuales ya hablamos en el articulo anterior) 

Esta terapia cognitivo-conductual ha demostrado su eficacia tanto en insomnio crónico primario, como en el insomnio crónico secundario asociado a otros problemas médicos o de dolor (aunque en estos casos hay que trabajar también con esos otros problemas). Funciona bien en personas de todas las edades, incluso aunque se hayan estado tomando fármacos para dormir (hipnóticos).

Es importante cuidar del sueño. Si dormimos casi un tercio de nuestra existencia es  porque el sueño desempeña en nuestro organismo funciones de gran importancia. Aprender a dormir mejor puede tener un impacto muy beneficioso en las ganas de afrontar cada nuevo día y en tu calidad de vida.


¡Espero que esta información sea de utilidad para tí y tu familia!

|Este contenido no pretende ser un diagnostico sobre tu caso. No debes utilizar la información de este blog para auto diagnosticarte. Por favor consulta a tu médico de cabecera y explícale tus síntomas.|