Lumbalgia, causas y prevención.

La lumbalgia no siempre es el resultado de una lesión, por lo general esto se desarrolla debido a meses de malos hábitos, y balance muscular inadecuado, detonando sus síntomas al ejercer una fuerza que requiera apoyo de los músculos y ligamentos de la espalda.

Casi todos en algún momento hemos tenido dolor lumbar (lumbalgia) que interfiere con el trabajo, las actividades diarias, o el ejercicio. Pero ¿Qué es la lumbalgia? La definiríamos como el dolor localizado en la parte baja de la espalda, correspondiente a la zona lumbar de la columna vertebral y que afecta alguna parte de la zona que se extiende desde la parte más baja de las costillas hasta la zona más baja de los glúteos

Se estima que un 80% de la población global lo ha sufrido alguna vez en su vida. Y podemos clasificar la lumbalgia según su tiempo de duración en:

  • Aguda: si dura menos de 6 semanas.
  • Subaguda: si dura entre 6 semanas y 3 meses.
  • Crónica: si dura más de 3 meses.

Dos de cada tres pacientes se recuperan en un período de tiempo inferior a un mes y aproximadamente un 5% sufre molestias persistentes por más de 6 meses. Sólo la mitad de los pacientes con lumbalgia crónica pueden reanudar su trabajo. Por tal motivo, es importante que estemos informados en cuanto al tratamiento y qué hacer cuando se produce.

Es muy raro que la lumbalgia sea el resultado de un solo incidente o lesión. La mayoría son el resultado de los efectos acumulativos de meses e incluso años de: Posturas incorrectas; Balance muscular inadecuado; Malos hábitos y tensión laboral; Pérdida de la fortaleza y la flexibilidad.

La lumbalgia empieza a desarrollarse mucho antes de que se sienta el dolor, y generalmente el problema todavía existe aún después de que el dolor ha pasado.

El dolor puede producirse cuando, por ejemplo, alguien levanta algo muy pesado, realiza un giro brusco, o se estira demasiado, causando un esguince o espasmo de los músculos o ligamentos de la espalda. Sin embargo, el dolor también puede estar causado por enfermedades como artritis, artrosis, hernias del disco intervertebral, fracturas vertebrales por osteoporosis, o alteraciones congénitas de la columna.

La obesidad, el aumento de peso durante el embarazo, el estrés, el mal estado físico, la postura inadecuada, y la mala posición al dormir también pueden contribuir a la presentación de lumbalgia. La mayoría de los dolores lumbares pueden tratarse sin cirugía. Esto implica usar analgésicos, reducir la inflamación, restablecer la función y la fuerza, y prevenir la recurrencia de la lesión. Un gran porcentaje se recupera sin pérdida funcional.

¿Puede prevenirse la lumbalgia?

La lumbalgia producida por posturas inadecuadas u otras causas no traumáticas puede prevenirse. Una combinación de ejercicios que no fuercen la espalda, mantener la postura correcta, y levantar objetos adecuadamente pueden ayudar a impedir lesiones. Muchas lesiones relacionadas con el trabajo están causadas o agravadas por estresantes como levantar objetos pesados, estrés de contacto, vibración, movimiento repetitivo, y posturas inadecuadas.

¡Espero que esta información sea de utilidad para ti y tu familia!